Benedicto XVI, quién a partir de las ocho de la noche del 28 de febrero del 2013, hora del Vaticano, volverá a ser el cardenal Joseph Ratzinger, de acuerdo a la dimisión que ha presentado el día once de febrero del mismo año.
El mundo occidental se despertó con esta noticia mientras que el mundo oriental dormía con la misma. Incluso al despertar me sentí impactado con la noticia, pero no sorprendido. Desde hace casi 7 siglos, un papa no dimitía, aunque las circunstancias eran muy diferentes, en aquél tiempo el papa fue obligado por el rey de Francia a dimitir, de acuerdo a los intereses que tenía, de hecho había tres papas.
Pero… ¿por qué un papa toma una decisión que sabe, trastocará al mundo católico? Tanto aquellos que no son católicos creyentes, e incluso a los de otras religiones y sectas. ¿Qué motivos tuvo el papa para hacer realidad lo que muchos ya especulaban?
Benedicto siempre estuvo a la sombra de Juan Pablo II, aquél que fue un referente en la historia del catolicismo, desde el papa Pío X no se tenía a un referente como lo fue Juan Pablo II. Es bien sabido que en las tiendas de recuerdos del Vaticano, aún a cinco años de fallecido, las imágenes y fotografías que más se venden son las de JPII aún por encima de Benedicto. Ese fue su primer reto, no ganado.
Cansancio, su avanzada edad y los retos que enfrenta la iglesia en el siglo XXI son las razones por las cuales el papa Benedicto dimite, y hay que ser muy consientes de la palabra, no renuncia, porque él no tiene un jefe, él fue elegido por el colegio cardenalicio quien de acuerdo al rito del conclave, mediante la oración, el espíritu santo toma la decisión de quién será el nuevo sucesor de San Pedro.
He leído y escuchado voces a favor y en contra de la dimisión. Los más a favor dicen que admiran que haya renunciado, ya que eso demuestra su humildad al decir que no puede más. Los que están en contra indican que es porque no pudo con los sucesos de los últimos años (los casos de pederastia y el Vatileaks).
Mi opinión es que la realidad es otra, el mundo ha ido avanzando a grandes pasos, durante los primeros dieciocho siglos a partir de la era cristiana el mundo avanzó a paso lento, y de pronto en los últimos tres siglos, las invenciones, las revoluciones y los grandes cambios de conciencia, dejaron en letargo los dogmas y las reglas de la iglesia. Y Benedicto no ayudó mucho en esto. Si bien, él es un erudito y quiso dar a conocer su opinión al mundo a través de sus escritos, tuvo un gran peso encima, ser el Papa. Él nunca quiso serlo, incluso antes de que su nombre comenzara a barajarse, su renuncia a Juan Pablo II la cual no fue aceptada era una premonición de lo que ahora está ocurriendo. Pero cualquier Cardenal sabía que el espacio que dejaría el papa viajero muy pobremente sería ocupado por el sucesor, los intereses vaticanos necesitaban que el poder de la jerarquía regresara a ser centrado en Roma, no en todo el mundo, JPII había abierto las puertas del catolicismo a todos los rincones de la tierra, y bien lo había dicho él: “Si Cristo no se bajó de su cruz, por qué lo haría yo”. Sin embrago Benedicto si bajo de la suya.
Pero… ¿Dios se equivocó?
De acuerdo a lo que de niños hemos ido recibiendo, nuestras clases de catecismo, Dios nunca se equivoca, sus tiempos son perfectos y tiene trazados nuestros caminos. Con el paso del tiempo está idea va desapareciendo, sin embargo, ahí están, y es difícil creer que Dios quiere que un papa dimita. Entonces llegamos a la conclusión que Dios así lo quiere. Y los que se equivocaron fueron los hombres.
Sin embargo, por qué razón escoger a papas de avanzada edad, si sabemos que no durarán mucho, por qué no elegir a un papa joven como lo fue JPII que llevó a la iglesia a otros niveles y le dio ese avance, que aunque poco, fue un gran avance. Benedicto no será recordado por haber hecho algo que cambiara la iglesia. Por eso digo que no ayudo mucho, ya que para el catolicismo recibir la noticia que los animales del establo, pesebre o cueva no estuvieron en el momento del nacimiento del Salvador, fue un revés para los creyentes, sobre todo en aquellos países donde se acostumbra poner el nacimiento de figuras (México, España, Italia, etc,)
Debo confesar que me he sentido contrariado a partir de la noticia, con tantas opiniones encontradas, la iglesia siempre nos ha inculcado que “la cruz que debemos cargar, la debemos cargar de por vida, en algún momento se hará más pesada, en algún momento Dios dirá yo te la quito”. Entonces… ¿Por qué Benedicto renunció a la suya? Sólo él sabe las verdaderas razones.
Dimite, si, ¿y después?, se habla mucho de las profecías, que un papa negro (de corazón, de piel, de pensamiento, en fin) vendrá a ocupar la silla papal. Creo que al igual que con las profecías mayas, simplemente debemos dejar que el tiempo transcurra y confiar en Dios que lleguemos a ese tiempo.
Son tiempos en los que la iglesia católica debe dejar de lado sus peleas internas, sus intereses y ver que el mundo ha cambiado y ella debe ir cambiando, si es que quiere seguir siendo la religión con más adeptos. Mi opinión es que debemos creer que todo pasa por alguna razón, de nada sirve burlarnos, a fin de cuentas estamos ya en el proceso de decirle adiós y prepararnos para lo que venga.
